
La pandemia por COVID-19 nos ha cambiado en muchos sentidos. Uno, sin duda, ha sido recordar la importancia de la salud. Y no solo desde la perspectiva de la enfermedad, sino también de la prevención, donde con nuestras acciones y hábitos tenemos un papel fundamental. Precisamente, hoy 24 de julio, se celebra el Día Internacional del Autocuidado con el objetivo de mantener o mejorar la salud propia.
“La Organización Mundial de la Salud advierte, desde hace unos años, que en España aproximadamente el 90% de la carga de enfermedad está directamente relacionado con las NCD (Enfermedades no transmisibles)”, señala el Dr. Manuel Landecho, especialista de Medicina Interna de la Clínica Universidad de Navarra. Además, este año los periodos de confinamiento, como apunta el doctor, han pasado factura en muchas personas que tras coger peso y perder masa muscular, están encontrando más dificultades para retomar sus hábitos normales. “La cabeza la tienes con lo que podías hacer un mes antes, pero tu cuerpo no, por eso hay que ir poco a poco. Pero lo importante es comenzar y recomenzar”.
Y cuanto antes empecemos a autocuidarnos, mejor. “Cada uno envejece de acuerdo a cómo vive. En general, el que empieza a cuidarse desde joven, se mantiene en su peso adecuado, hace deporte, tiene mayor probabilidad de hacerse mayor y hacerlo en las mejores condiciones”, señala el Dr. Landecho, especialidad de la Unidad de Chequeos.
Para el autocuidado, hay dos aspectos fundamentales: equilibrio y constancia. El objetivo es encontrarse bien todos los días. Si pensamos en el corto plazo y nos proponemos marcas exigentes, como una dieta muy estricta o una meta exigente haciendo ejercicio, va a generar malestar o incluso lesiones, que van a hacer más fácil que abandonemos este hábito. “Se trata de seguir una vida equilibrada en la que se cuide la calidad de vida a corto plazo, pero sin perder de vista que para vivir más y mejor hay que cuidarse”.
Entonces, ¿qué podemos hacer para mejorar nuestra salud y un correcto autocuidado? “Buscamos promover una salud desde el primer minuto. Recomendamos siempre una estrategia global que combine alimentación, deporte y gestión del estrés, y evitando los tóxicos (alcohol, tabaco y drogas)”, recomienda el Dr. Landecho.
- Revisión anual: hay que tener claro cuál es el punto de partida. Cuando uno decide empezar a cuidarse, tiene que tener claro que ahora no tengo ninguna enfermedad. Para ello, es importante hacerse un chequeo de salud y las revisiones habituales como la ginecológica, de colon, dental, etc. Lo primero es saber que ahora estoy bien y una vez lo tengo constatado, establecer aquellas cosas que hay que cambiar.
- Alimentación: equilibrada, seleccionar adecuadamente los alimentos y comer sólo de acuerdo al hambre que tenga cada persona. Es importante apostar por el producto fresco y evitar los ultraprocesados o precocinados.
- Ejercicio físico: la OMS recomienda entre 150-300 minutos de actividad vigorosa por semana. Y esto es lo que hay que intentar. Es más difícil definir qué es ejercicio vigoroso, ya que hay adaptarlo a la edad y condiciones de cada uno. Pero tenemos que meter en la agenda hacer ejercicio y cuando llegue el momento, hacerlo.
- Descanso: buscar un sueño de calidad, manteniendo unos horarios estables y durmiendo las horas necesarias para cada uno.
- Gestión del estrés: no sirve de nada pensar solo en el cuidado físico, hay que darle un tiempo adecuado al cuidado emocional de la persona. Para ello, tenemos que cuidar tanto nuestras relaciones sociales como las técnicas de relajación que nos permitan sentirnos mejor.
No hay que olvidar que “es más fácil conservar la salud que recuperarla”.