
Una detección precoz de la presencia de un tumor es clave para su tratamiento. Un diagnóstico temprano aumenta las posibilidades de curación en cánceres como el de mama. Precisamente, hoy, 19 de octubre, se celebra el Día Mundial del Cáncer de Mama. Un tumor con unas tasas elevadas de prevalencia, siendo el cáncer más frecuente entre mujeres en España.
Su prevención es fundamental y, para ello, la autoexploración mamaria juega un papel clave. Así lo describen desde el Área de Patología Mamaria de la Clínica, que para este día ha dedicado una campaña llamada ‘Prevenir, actuar y curar’. Los primeros pasos están en manos de las mujeres, quienes es bueno que conozcan las señales de alarma y que una vez al mes se exploren a sí mismas.
Un pequeño bulto, cambios en el volumen y la forma de la mama, retracción y eccema del pezón, sangre en el pezón, dolor localizado de forma permanente y cambios en la piel (rugosidad como piel de naranja) son las principales alertas de la presencia de un tumor. Para ser capaces de detectarlos, la autoexploración nos permite conocer cómo es la propia mama y avistar cualquier irregularidad.
La inspección y la palpación son los dos métodos para realizar la autoexploración. A continuación, desde el Área de Patología Mamaria explican cómo llevar a cabo un adecuado reconocimiento:
- Inspección: es importante prestar atención a la aparición de asimetrías, piel de naranja o irregularidades en el pezón.
- Frente al espejo, sitúese de pie con los brazos relajados y colocados a ambos lados del cuerpo.
- Levante los brazos de forma lenta y sistemática por encima de la cabeza.
- Con las manos apoyadas en las caderas, ejerza presión sobre las mismas para contraer los músculos pectorales.
- Palpación: en este caso, buscará pequeños bultos. Para ello, túmbese boca arriba y eleve y coloque el brazo (de la mama que va a palpar) por detrás de la nuca. Con la mano opuesta se realiza una suave presión con las yemas de los dedos recorriendo toda la mama. Puede hacerse en círculos (siguiendo las agujas del reloj), de forma vertical o radialemente. Una vez realizada la palpación, pellizque la zona de la areola y el pezón en busca de irregularidades.
Deporte y alimentación
“En general, hasta el 25% de los tumores se podrían evitar con un estilo de vida saludable”, reconoce la Dra. Natalia Rodríguez-Spiteri, especialista del Área de Patología Mamaria. Una buena alimentación y el deporte son métodos preventivos para cualquier enfermedad, pero en especial para prevenir el cáncer de mama, ya que es de los pocos factores de riesgo que pueden ser modificables. En contra de la edad, sexo, raza o genética, ante los que no es posible actuar.
La obesidad afecta tanto como factor de riesgo para desarrollar cáncer de mama como durante su tratamiento. “Se sabe que aquellas pacientes que durante el cáncer mantienen su peso tienen menos posibilidad de tener metástasis y de fallecer por cáncer de mama. Por este motivo hay que intentar que el índice de masa corporal sea el adecuado”. Por ello, es importante seguir una buena dieta, como es la mediterránea, y realizar ejercicio diario, al menos durante 30 minutos.