Envejecimiento saludable: añadir vida a los años

Envejecimiento saludable: añadir vida a los años

La esperanza de vida en España se sitúa en los 83 años, incrementándose hasta los 85 en las mujeres. Una cifra que en los últimos años ha ido aumentando paulatinamente y que, junto con la disminución de la natalidad, lleva consigo un envejecimiento de la población. En este contexto, ir cumpliendo años no sólo es motivo de celebración, sino también una razón para cuidar más la salud, ya que el envejecimiento no saludable es un factor de riesgo de muchas enfermedades, que en su conjunto se engloban bajo el nombre  de enfermedades no transmisibles (NCD) según las siglas con las que la define habitualmente la Organización Mundial de la Salud.

“No solo se trata de añadir años a la vida, sino vida a los años”, apunta el Dr. Manuel Landecho, especialista de la Unidad de Chequeos de la Clínica, donde defienden esta idea como base de su trabajo. Es importante conseguir que ese envejecimiento sea de forma saludable, para mantener un estado de salud óptimo. “Cada uno envejece de acuerdo a como se trata a sí mismo. Hay ancianos de 60 años y jóvenes de 80, y eso está muy estrechamente relacionado con las decisiones que ha ido tomando”.

“La Organización Mundial de la Salud advierte, desde hace unos años, que en España aproximadamente el 90% de la carga de enfermedad está directamente relacionado con las NCD”, señala el Dr. Landecho. La edad cronológica, que es un factor de riesgo no modificable, no siempre se adecua a la edad biológica, que depende también de la obesidad, hipertensión o colesterol, sobre los que sí sabemos intervenir. Por otro lado, el tabaco, alimentos grasos o procesados, el alcohol, el estrés o una mala calidad del sueño son aspectos que empeoran la salud y predisponen a desarrollar enfermedades como las cardiovasculares y el cáncer. Otro ejemplo es el sedentarismo que en España se encuentra en el 26.8% de la población.

“Es más fácil conservar la salud que recuperarla”, recuerda el Dr. Landecho.

Pero, ¿cómo conseguirlo? Con un estilo de vida equilibrado que tiene en cuenta una alimentación saludable, una actividad física razonable y una gestión adecuada del estrés. “Buscamos promover una salud desde el primer minuto. Recomendamos siempre una estrategia global que combine comer sólo de acuerdo al hambre que tenga cada persona, seleccionar adecuadamente los alimentos, y hacer algo más de ejercicio, porque es verdad que cuando uno empieza a hacer una dieta o a restringir ciertos alimentos se siente de alguna manera castigado. Que en cada cambio se vean beneficios modestos pero sean sostenibles y se vean mayores resultados con el tiempo”, concluye.

Estas son las premisas para mantenerse sano. “No hay casi nada que sea claramente malo cuando se hace con equilibrio y moderación. Cuando hablo de casi nada me refiero al tabaco y al abuso de otras sustancias nocivas que, evidentemente, hay que evitar por completo”, señala.

“Se trata de seguir una vida equilibrada en la que se cuide la calidad de vida a corto plazo pero sin perder de vista que para vivir más y mejor hay que cuidarse”.

En esta línea, no se trata de privarse de un dulce, un pincho o una comida más copiosa, sino de encontrar ese equilibrio que lo compense “Hay que saber disfrutar de las alegrías de la vida, que además son mucho más intensas si son esporádicas. Los excesos no pueden ser la norma de vida. Si lo son, habitualmente lo que se está haciendo es gestionar el estrés con transgresiones alimentarias. En ese caso hay que analizar la causa y resolverla de otro modo, que sea saludable”

Unas recomendaciones generales que es fundamental adaptar a la situación de cada uno. Como indican los especialistas de Chequeos la obesidad, la hipertensión o la diabetes, por ejemplo, requieren de una atención más especial como evitar alimentos con mucha sal o con azúcar de absorción rápida.

“Es muy importante centrarse en la propia situación de salud y, para eso, es muy bueno hacerse una valoración objetiva mediante una revisión o chequeo. En él se va a ver, por ejemplo, si tiene sobrepeso u obesidad y cómo dar forma a unas pautas personalizadas y realistas para cada persona. Para ello hay que tener datos objetivos y así, acordar con el médico un plan adecuado para mantener o mejorar ese estado de salud”.



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