
Los antibióticos, junto con las vacunas, son uno de los mayores logros de la historia de la humanidad. Son los medicamentos que más vidas han salvado a lo largo de la historia. Su principal desventaja es que el uso continuado genera resistencias, este fenómeno es algo universal que existe desde antes, incluso, de que se descubriese la penicilina.
La lucha contra las resistencias, en mi opinión, no se puede ganar porque las bacterias se dividen mucho más rápido que nosotros, los humanos. Los microorganismos son capaces de adaptarse muy bien al entorno y de generar resistencias de manera muy rápida, y esto es algo innato a la evolución natural. Por eso, creo que no está en nuestra mano acabar con este fenómeno. Lo que sí que está en nuestras manos es minimizar los efectos que las resistencias antibióticas generan en nuestros pacientes a escala individual pero también a escala colectiva bajo el punto de vista de la salud global del planeta. Y esto se consigue fomentando entre otras cosas el uso prudente de los antibióticos.
Es conveniente resaltar la labor de los programas de optimización del uso de antibióticos tanto en salud humana, como en salud animal y en al ámbito agroalimentario. Estos programas aplicados a la salud humana tienen generalmente un doble objetivo: 1) mantener los resultados de curación del paciente minimizando los efectos adversos de los tratamientos, y 2) preservar los antibióticos bajo un punto de vista ecológico de manera que consigamos minimizar la selección de microorganismos resistentes.
Cuando se prescribe por ejemplo un antihipertensivo los efectos beneficiosos o perjudiciales se aplican sobre el propio paciente individual, pero cuando prescribimos un tratamiento antibiótico, estamos impactando también a nivel ecológico. El uso y el mal uso de los antibióticos impacta de manera muy significativa en la salud global del planeta. Cuanto más antibióticos prescribimos, más agotamos sus posibilidades de uso. Por tanto, no tenemos otro remedio que intentar utilizarlos lo más correctamente posible.