
“Tengo que dormir…” Muchas personas se preocupan porque no se quedan dormidos, pero la clave está en no pretender controlarlo.
Lo ideal es dormir entre 7 y 9 horas ininterrumpidamente y de forma profunda, aunque no siempre se consiga. La falta de descanso ha llegado a niveles tales que la Organización Mundial de la Salud la califica ya como un “problema global”. La mayoría de los afectados no suele acudir a especialistas.
Los dispositivos electrónicos: ¿son buenos o malos?
Dormir bien es fundamental para un buen estado de salud. Para un buen descanso no solo importa la cantidad de horas, sino la calidad del sueño en todas sus etapas. No obstante, el monitoreo excesivo a la hora de dormir puede llegar a provocar estados de estrés y ansiedad que, a su vez, alteran la higiene del sueño.
Por eso es crucial que aquellos que padezcan alguna anomalía del sueño no dejen de acudir a la consulta de un experto. Mediante estudios personalizados es posible establecer un plan de actuación que mejore el día a día del paciente y prevenga la aparición de futuras enfermedades.
¿Cuántas horas es normal dormir?
En función de la edad, la estructura y el tiempo de sueño varían. Así, el recién nacido duerme aproximadamente unas 18 horas, un adulto joven una media de 7-8 horas y un anciano alrededor de 6 horas y media. A medida que avanza la edad, el sueño se vuelve más fragmentado y superficial.
Algunas personas presentan cambios en la necesidad de sueño en función de las estaciones del año (más necesidad en invierno y menos en verano), en situaciones de cambio fisiológico (adolescencia o menopausia) por los cambios hormonales, y en situaciones de mucho cansancio por exceso de trabajo o de preocupaciones, que también aumentan la necesidad de sueño como una manera de recuperarse de dicho cansancio.
En España dormimos una hora menos que en el resto de Europa. Deberíamos guiarnos más por la luz solar para establecer nuestro ritmo de sueño: despertarse con luz y acostarse de noche. El sol es lo que mejor regula nuestro organismo, nuestro reloj interno.
Beneficios de un sueño reparador
Una buena higiene del sueño previene de sufrir enfermedades como infartos, ictus o depresiones, además de alertar de otras enfermedades como el alzhéimer. Descansar va a permitir rendir adecuadamente, pensar con claridad, reaccionar con agilidad y asentar la memoria.
Cuando uno consigue dormir correctamente enfoca el día de forma más nítida y adquiere una actitud más positiva que le ayuda a realizar sus tareas cotidianas. Las nuevas tecnologías y distracciones no son malas si se consigue hacer un buen uso de ellas y no dejamos que nos distraigan de nuestro horario de descanso. Al cuerpo hay que educarlo como a un niño, que sepa cuándo toca dormir, cuándo toca comer, etc.