
“¿Y por qué a mí con la vida tan sana que hacía? ¿Por qué a mí? Pues me tocó. Pero yo quería seguir viviendo y dije: voy a luchar todo lo que haga falta”. Gurutze, paciente con cáncer de mama. Se trata del tumor más frecuente entre las mujeres, ya que afecta a 1 de cada 8, tanto en países desarrollados como en los no desarrollados.
“El bulto me lo encontré yo”, explica Gurutze. Es importante conocer los síntomas y, ante la presencia de alguno de ellos, acudir al médico. El cáncer de mama puede producir cambios en la forma o en el volumen de la mama, dolor, sangre o pequeños bultos en el pecho.
La doctora Begoña Olartecoechea, especialista del Departamento de Ginecología y Obstetricia de la Clínica Universidad de Navarra, explica que, aunque no existe una única causa para esta enfermedad, “existen varios factores de riesgo que pueden aumentar el riesgo de padecerla, como la edad (la mayoría de los tumores aparecen por encima de los 50 años), tener dos familiares de primer grado que hayan padecido la enfermedad (los casos de predisposición genética al cáncer de mama tan solo explican un 8% de los casos), estar bajo el influjo de los estrógenos muchos años, primera regla temprana (antes de los 12 años) o una menopausia tardía (después de los 55), o no tener embarazos». Además, la obesidad, la inactividad física, una dieta rica en grasas o el alcohol pueden ser factores que influyan. Sin embargo, más de la mitad de las mujeres que padecen cáncer de mama no presentan ninguno de estos factores.
Como método de prevención, se ha demostrado a través de un ensayo clínico coordinado por la Universidad de Navarra que la dieta mediterránea reduce en dos terceras partes el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Existen otros factores de protección, como tener el primer embarazo antes de los 30 años, dar lactancia materna, realizar actividad física, tener varios hijos, y realizar una dieta sana”.
Es conveniente hacer una detección precoz para encontrar una solución a tiempo. “Afortunadamente, en los últimos años hemos conseguido mejorar la supervivencia de las enfermas afectadas por esta enfermedad”, asegura la Dr. Olartecoechea. La quimioterapia, la radioterapia, la cirugía o las terapias hormonales son algunas de las opciones de tratamiento para hacer frente a esta enfermedad. La doctora recomienda hacer una primera mamografía entre los 35 y 40 años para tenerla de base y poder compararla con las que hagamos en un futuro para ver qué ha cambiado. A partir de los 40 años recomienda realizar una mamografía y ecografía al año. Es necesario hacer este tipo de pruebas, puesto que existe un 80% de posibilidad de curación si se detecta a tiempo.
“A día de hoy estoy al cien por cien, pero tienes que luchar. Si no luchas, no hay nada que hacer”, asegura Gurutze.