
¿Notas una sensación difícil de describir en las piernas cuando llega la tarde? ¿No puedes tenerlas quietas más de cinco minutos? Si esta incomodidad te impide hasta dormir puedes pertenecer al 10-15% de la población que padece el Síndrome de las Piernas Inquietas.
El síndrome de las piernas inquietas es un trastorno neurológico caracterizado por la aparición de una sensación molesta, no dolorosa, en las piernas que obliga a la movilización de las mismas. Los síntomas pueden aparecer o empeorar con el reposo o por la noche cuando el paciente está en la cama. Se considera un trastorno del sueño, pero sucede también de día.
Este síndrome es bastante desconocido por los especialistas y por los que lo padecen. Es una enfermedad crónica bastante prevalente y muy infradiagnosticada. Los pacientes dejan de acudir al médico porque se sienten incomprendidos y sus síntomas se pueden ‘excusar’ a veces con problemas psicológicos como la ansiedad cuando, realmente, no están relacionados.
Por eso, el autodiagnóstico es muy común en este caso. Las personas leen sobre el síndrome en Internet y se dan cuenta de que lo tienen. Es una lástima que un paciente se sienta incomprendido y por eso no llegue a tratarse de una enfermedad tan potencialmente nociva como puede llegar a ser el síndrome de las piernas inquietas.
En cualquier caso, el tratamiento para esta enfermedad nunca debe ser autoimpuesto, sino que debe recomendarlo un especialista según el caso de cada persona. Por eso, si padece algunos de estos síntomas es recomendable que visite a su médico y acuda a la Unidad del Sueño. Hoy, Día Mundial del Síndrome de las Piernas Inquietas, conviene resaltar la labor de asociaciones como la Asociación Española del Síndrome de las Piernas Inquietas (AESPI), que dan apoyo a los enfermos y fomentan el conocimiento sobre este síndrome.